20MINUTOS
- Los entrenadores y el árbitro acordaron saltar al campo, iniciar el partido y jugar un minuto antes de echar el balón fuera y volver al vestuario.
- La Real movió el balón como si de un rondo se tratase mientras los jugadores cántabros permanecían abrazados en el centro del campo.
- El Racing de Santander se expone a un castigo federativo y también a reclamaciones de índole televisiva por la no retransmisión del encuentro.
- Los donostiarras acudieron al Sardinero sin saber si iba a jugar la vuelta de los cuartos de final de la Copa (3-1 en la ida a favor de los de Primera).
- Los jugadores del Racing se negaban a jugar si la directiva no dimitía. La AFE respalda a los jugadores, que se mantuvieron firmes en su pulso.
- Jornada de incertidumbre en Santander.
Los actores, listo. El escenario, preparado, todas las miradas atentas a los calentamientos, las fichas entregadas por los delegados al árbitro (el extremeño Gil Manzano), onces titulares anunciados.... Pero el condicionante necesario para que el fútbol volviera a El Sardinero con normalidad no llegó. El presidente del Racing de Santander Ángel Lavín, Harry, se mantuvo en su puesto y la plantilla cumplió su ultimatum de no jugar la vuelta de su eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey contra la Real Sociedad. Harta de los impagos. Cansada de promesas incumplidas. Y de una deriva total de un Racing en Segunda División B que cinco campañas atrás jugaba en Europa y que ahora, con las taquillas embargadas, intenta distribuir entradas regalándolas con bufandas del club a precios poco adecuados para este género de productos.
No jugó el partido, aunque los dos equipos sí afrontaron un minuto de juego. Un minuto eterno y emocionante donde tras el saque inicial los jugadores locales se abrazaron en el centro del terreno de juego mientras la Real tocaba en su campo. Un rondo de diez jugadores desplegados en el campo, con once futbolistas abrazados como si estuvieran asistiendo a la haka de los All-Blacks (Nueva Zelanda) de rugby. Un minuto emocionante y triste a la vez bajo un diluvio engalanado por los gritos de la afición cántabra. La Real mandó el balón a la banda y el Racing, a través del capitán Mario (su guardameta) le comunicó al árbitro que renunciaba al saque de banda. Final. Toda una lección de dignidad.
Esta camiseta sí la merecéis, le gritaban los aficionados de unos de los fondos, que recurrieron al campeones, campeones para elogiar y destacar la actitud de su plantel. Antes del pitido inicial de Gil Manzano gritó con contundencia "No se juega, no se juega". Nos hubiera gustado jugar este partido, porque es nuestro sueño el estar en unos cuartos de final pero es una pena. Sinceramente me esperaba que no iba a haber dimisiones, sabemos qué persona es el presidente, manifestaba a pie de campo Mariano, autor del gol ante el Almería que metió al Racing en los cuartos.
Es una pena llegar a esta situación, se lamentaba el donostiarra Xabi Prieto cuando se concretó el final del partido tras el minuto eterno. Esta camiseta sí la merecéis, gritaba repetidamente la afición local mientras el equipo daba una vuelta al campo. Siento pena siento de todo. Esperemos que se solucione todo esto por el bien de todos. No hay derecho, valoró Francis. "Es un momento de tristeza", indicaba Javi Soria. "Desde el día que sacamos el comunicado nosotros teníamos claro lo que íbamos a hacer, que íbamos todos a una". Sin miedos a posibles sanciones. El Racing se expone a un castigo federativo y también a reclamaciones de índole televisiva por la no retransmisión del encuentro, aunque estas segundas en un gesto de apoyo parecen descartadas.
Toda esta puesta en escena llegó tras una jornada de rumores, de supuestas visitas a notarios, de llamadas dentro del consejo de administración y de pulsos subterráneos. Nada cambió en el Racing. Sobre el campo se cumplió el compromiso hablado por los entrenadores y el árbitro: saltar al campo, iniciar el partido y jugar unos segundos antes de echar el balón fuera y volver al vestuario. Después del acto de protesta los jugadores del Racing no dudaron en acercarse al vestuario de la Real Sociedad para agradecerles su apoyo.
Horas antes había llegado a la capital cántabra Onur Arslan, el administrador judicial de Western Gulf Advisory (WGA) Sports Holding, la empresa que compró el paquete mayoritario de acciones del Racing. Arslan traía una agenda de encuentros apretada tanto para este jueves como para este viernes. "Van a ser días importantes", indicó escuetamente en inglés a su llegada. El administrador holandés, que asumió el mando de la empresa tras la destitución de Ahsan Ali Syed como administrador único, explicó a los periodistas que tiene varias reuniones durante estos días en las que se van a abordar cuestiones importantes. El futuro del Racing quizá pase por esta llegada.
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