viernes, 31 de octubre de 2014

Julio Anguita | La riqueza... ¿subordinada al interés general?

La Constitución española de 1978 es uno de los últimos textos de este tipo que fundamenta su ser en la consecución de un Estado social y democrático de derecho. Desde la primacía de este objetivo se contempla la apuesta por una economía de mercado sin olvidar la posibilidad de la planificación o el opcional protagonismo del Estado en la creación de empresas públicas.













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