El ministro del Interior francés, Manuel Valls, el más popular y polémico de los miembros del Gobierno, ha recibido del presidente, François Hollande, el encargo de recuperar la imagen perdida tras nombrarle nuevo primer ministro, con un Partido Socialista a la deriva que ha consumado en las elecciones locales su decreciente popularidad. Valls, nacido en Barcelona en agosto de 1962, tiene a sus espaldas éxitos a nivel local y nacional. Su experiencia municipal ha tenido su epicentro en la Isla de Francia -la región metropolitana de París-, donde ha llegado a ser alcalde de Evry. En 2002, Valls se convirtió en diputado de la Asamblea Nacional, un escaño que revalidó cinco años después y que ha compatibilizado con diversos cargos en el seno del Partido Socialista y el Gobierno. Así, se ha responsabilizado de la comunicación tanto del partido como de la oficina del primer ministro, puesto este último que ocupó entre 1997 y 2001.
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